Tras la visita recibida de los Reyes Magos y el correspondiente carbón, un día 7 de Enero del 2007 (Domingo), a eso de las 7:15 AM comenzamos a juntar el grupo en Cerdanyola, primero Juanma, Pilar, Laura y yo mismo, luego nos desplazamos al lugar de quedada en la UAB y nos juntamos con el resto del pelotón, Chus, Espe y Borriquitaun.
Una vez estamos todos, elegimos los 2 coches agraciados con el viaje y nos encaminamos hacia Joanetes, punta de salida de la excursión, Borriquitaun tiene una discusión con su GPS y decide no seguir sus indicaciones, y puesto que va el primero, hace que ambos coches nos perdamos por esas carreteras de Dios ... finalmente, en un ataque de coraje, nuestra piloto Laura Sáez decide ponerse en cabeza y harta de que estemos perdidos decide conducirnos hacia la luz, hacia nuestra ansiada C-17, cosa que hace bastante rápido.
Seguimos por la C-17 cerrándole el paso a Borriquitaun para que no se ponga delante y logre perdernos nuevamente. A la altura de Vic tendríamos que haber cogido la C-37, pero el gafe maléfica del Borriquitaun logra influir negativamente sobre nuestra experimentada piloto y al final acabamos llegando a Torelló. Aquí decidimos no hacer caso al GPS del BorriX y preguntamos a un hombre mayorcito autóctona de la flora y fauna de Torelló, el hombre muy atento y sonriente no sabe indicarnos, pero un segundo hombre que pasaba por allí a estas horas de la mañana logra encaminarnos hacia nuestro objetivo.
Pasamos cerca de Sant Vicenç y San Pere de Torelló, vamos por la BV-5224, nadie se había dado cuenta hasta que estábamos casi en Joanetes, aunque tal vez el subconciente de Laura sí lo sabía y por eso nos encaminó por allí, pero esta carretera era por donde hace poco pasaba el Rally de Catalunya, y claro, esto lo sufrimos Juanma y yo en silencio en el coche de Laura, cada vez que Laura pasaba una curva cerradísima de 180º mojada a toda pastilla, Juanma y yo cruzábamos nuestra miradas (ep! sin mariconadas) y nos salía esa risa nerviosa que todo el mundo conoce. En el otro coche conducido por Borriquitaun pasa 3/4 de lo mismo, pero al final deciden parar para que a alguno de sus ocupantes se le pase un poco el mareo.
Pasamos el Coll de Bracons, aquí hay bastantes coches aparcados, suponemos que estarán haciendo la ruta fácil de subida al Puigsacalm, nosotros continuamos hacia Joanetes, ahora la carretera se vuelve cuesta abajo, sigue mojada y muy sinuosa, dicha cuesta abajo permite a nuestro cochecito ir aún más rápido, Juanma y yo con los pelos de punta y agarrados a los pasamanos por lo que pueda suceder, yo cantando el rosario internamente, Juanma despidiéndose de sus seres queridos, Pilar diciéndole cantádole las curvas y la posible marcha que debe llevar, y todo terminado en ¡ARRÁS! ¡SASAR! no sé el porqué de estas terminaciones de frase, Laura fuera de sí con las manos en el volante y con cara de velocidad ...
Finalmente conseguimos llegar a Joanetes (RUTA: Llegada --> Joanetes), preguntamos a un grupo de señores para que nos indiquen hacia dónde tenemos que ir para llegar al restaurante (de cuyo nombre no quiero acordarme ... bueno, más bien no es que no quiera, es que no lo recuerdo) desde el que tendremos que salir en nuestra ruta.
Antes de nada, un petit dejeuner en el restaurante, un zumito, algún café y algo para picar que cada uno lleva consigo. Tras esto estamos dispuestos a comenzar la caminata.
Son las 10:22 y cogemos la carretera hacia arriba hasta que llegamos a un desvío marcado con un cartel que indica hacia Santa Magdalena del Mont por les Olletes, nos desviamos por dicho camino y tras unos 10-15 minutos llegamos a una casa en bastante mal estado llamada Sant Romà, tras ella, una especie de bañera que suponemos sirve de abrevadero para animales indica que en dicho punto hay que desviarse hacia la izquierda por un camino no muy evidente, por supuesto, nosotros al principio nos pasamos dicho desvío y continuamos unos 5 minutos más hacia les Olletes, pero el GPS de Juanma enseguida nos advirtió de nuestro error y nos hizo volver por nuestros pasos hasta llegar a dicha bañera nuevamente.
Sin camino evidente al principio, cruzamos una especie de pastos que nos conducen hacia un bosque caducifolio, el camino sigue sin ser demasiado evidente y tendremos que poner todos nuestros sentidos en ver las marcas de pintura, a veces de color roja, a veces de color amarilla y a veces ambas a la vez. Por supuesto, el GPS sigue ayudándonos bastante a no perder el camino hacia "El Barret".
Encontramos alguna que otra estaca en nuestro camino y vamos siguiendo sus indicaciones. El camino comienza a empinarse de verdad, las paradas son bastante frecuentes debido al calor reinante y a la humedad que el bosque nos echa encima. La senda ahora está bastante pisada y no dá lugar a tanta posible pérdida, nos cruzamos con gente que baja, algunos con sus perros, y nos cruzamos con gente que sube, algunos nos adelantan y a otros los adelantamos.
Finalmente, conseguimos salir del espeso bosque y llegamos finalmente al Puig de Soi (1024 m), desde aquí se vislumbra perfectamente las 2 posibles canales de subida (la dels Ganxos más fácil y la Canal Nova o Fosca un poquito más difícil), la cima de Puig Corneli (1361 m) y justo debajo de dicha cima, vemos una gran roca con una pitada blanca que pone "El Barret", pero antes de llegar a dicha roca tendremos que subir un pequeño tramo de gran pendiente y donde las piernas y los gemelos se quejan amargamente, ¡no hay dolor! ¡hay que seguir adelante!
Nuestra primera intención es subir por la Canal dels Ganxos, pero para seguir con la tónica general del día, no miramos el GPS y una vez en la roca con la pintada blanca, continuamos hacia la derecha, hacia la Canal Nova o Fosca. Justo después de girar a la derecha en "El Barret", encontramos un pequeño puente en forma de escalera metálica que nos facilitará superar un pequeño tramo fácil y rocoso.
Continuamos hacia arriba sin percatarnos del desvío que hay tras dicho puente hacia la Canal dels Ganxos y cuando nos damos cuenta estamos ya en plena Canal Nova o Fosca, así que, ya que estamos aquí, subiremos por ella, bastante tiempo habíamos perdido ya dando vueltas.
La Canal en sus comienzos tiene alguna que otra clavija que facilita pasar algún que otro paso más complicado, y como todo Canal que se precie, tiene una fuerte pendiente de subida. La respiración se hace complicada, la fuerte pendiente, el calor, la humedad, ... y finalmente decidimos hacer una pequeña parada técnica para comer y beber algo de líquido.
Son las 12:15 y tras unos 10 o 15 minutos de descanso reanudamos nuestra marcha, subimos unos metros y enseguida llegamos a lo que será la complicación máxima del día, aunque nada alarmante para la gente con algo de práctica en las grimpadas. Pasamos por una escalera metálica que rodea una roca y nos dirige hacia nuestra izquierda, dicha escalera tiene 2 o 3 metros de largo, tras ésta, toca subir otros 3 o 4 metros hacia arriba ayudados por una clavijas que encontramos a nuestro paso, las clavijas no están excesivamente juntas, lo cual nos obliga a buscar algún que otro apoyo para la mano en la piedra desnuda.
BorriX pasa primero sin excesivos problemas, tras él le toca el turno a Laura, pero en el último metro de subida por las clavijas no lo ve claro y decide volver para abajo, el siempre precavido Juanma lleva una cuerda en su mochila de 30 metros, así que decidimos usarla para asegurar la subida de Laura. Mientras ella se pone el arnés que Juanma le deja, subo yo para montar una pequeña reunión en el tronco de un árbol, mientras la voy montado con una vaga y un mosquetón, suben Chus, Espe y Pilar. Una vez montada la reunión, paso la cuerda mediante un nudo dinámico y comienzo a tensarla para que suba Laura ... Juanma además la ha asegurado en el cable de vida que hay mediante un disipador de ferratas, por lo que no hay posibilidad alguna de que nos quedemos sin Laura ... de todas formas ella parece que se siente bastante segura y sube bastante rápida, tanto que casi no me permite llevarla tensada con la cuerda.
Tras este tramo, seguimos subiendo por la canal, llegamos a una especie de bifurcación donde, si tiramos unos metros hacia la derecha llegamos a una campana, una vez aquí, el espíritu del monaguillo errante hace acto de presencia y nos posee haciéndonos que toquemos la campana como posesos. Las vistas panorámicas desde aquí son estupendas.
Una vez hechas las fotos de rigor tocando la dichosa campana, seguimos por la canal, ahora se encajona un poco más, aunque está muy bien equipada con pasamanos hasta el final de la misma, dicho final viene marcado por una especie de collado.
Son las 13:00 y estamos en el collado, ahora debemos continuar hacia nuestra izquierda por un nuevo paso equipado con clavijas para pies y manos, tras dicho paso seguiremos marcas amarillas que tras alguna pequeña grimpada sin equipar nos llevará hasta la zona somital, una especie de prado donde encontramos una gran antena junto una caseta y una grandísima estrella de Navidad, por debajo de nosotros, a nuestra derecha, podemos observar la ermita de Santa Magdalena del Mont.
Para llegar a nuestra primera cima del día, tan sólo nos queda subir una pequeña pendiente en dirección W y enseguida llegamos a nuestro primer objetivo, el Puig Corneli (1361 m), son las 13:20 y se hace tarde poco a poco, así que nos hacemos la correspondiente foto y continuamos nuestra marcha hacia nuestro objetivo final.
Bajamos en dirección a la ermita sin necesidad de llegar a ella encontramos un camino que nos conducirá hacia el Coll de Joanetes sin excesivas dificultades.
Una vez en dicho Coll vemos un cartel que indica 2 direcciones: Puigsacalm por Puig dels Llops (30 minutos) y Puigsacalm por el 'Pas dels burros' (1 hora). Debido a que es ya bastante tarde, nos decantamos por la primera opción, eso sí, antes de continuar hacemos una pequeña nueva parada técnica para comer algo, el estómago ya va pidiendo combustible para quemar y hay que obedecerle.
Tras unos 15 o 20 minutos de parada volvemos a colgarnos la mochila al hombro y continuamos nuestra marcha hacia el Puig dels Llops (1486 m), la segunda cima de la jornada. El camino transcurre por un bosque frondoso y está muy lleno de hojas, esto último hace que las marcas de las piedras sean casi invisibles a nuestra vista y por tanto, debemos ir muy atentos a las marcas de los árboles. El camino pasa algún que otro tramo de roca lisa, son pequeños torrentes de agua que ahora están secos (una suerte porque así podremos pasarlos sin peligro, pero una desgracia con la sequía que se nos avecina poco a poco por la falta de lluvias), suponemos que si la lluvia hiciera acto de presencia habría que prestar especial atención a dichos peligrosos tramos, aunque vista el día que nos estaba haciendo, hablar de lluvia era sólo un sueño lejano.
La subida es fuerte, pero finalmente conseguimos llegar a pies de nuestra segunda cima del día, un par de perros nos dan la bienvenida a sus dominios, juguetean un rato con nosotros y finalmente nos dejan seguir nuestro avance. Afrontamos nuestra última pequeña subida final, y por fin, a las 14:35 hacemos cima. Nos hacemos la foto correspondiente con la magnífica senyera que corona el pico, escribimos en el libro de visitas, y tras admirar un rato las vistas continuamos nuestro perigrinaje hacia el Puigsacalm (1515 m).
Volvemos a bajar un pequeño tramo hasta llegar donde previamente jugábamos con los perros (5 minutos de bajada) y giramos hacia nuestra izquierda siguiendo un camino bastante llano. Pasamos una especie de puerta que conduce a un cercado, aquí otros 2 perritos juguetones nos dan la bienvenida a sus dominios.
Tras esto, volvemos a entrar en un bosque, justo a los pies mismos de nuestra última cima del día, las muchas hojas vuelven a hacer acto de presencia y nos amenizan el camino.
Vemos a gente subiendo por la otra vertiente, desde el Coll de Bracons, así que decidimos tirar en recto unos metros y enlanzar con el camino que les conducirá a ellos también a la cima. Este último tramos se hace un poco duro, ya que llevamos muchos kilómetros en las piernas y subir cualquier pendiente se agarra a los gemelos, pero poco a poco vamos avistando nuestra cima, el Puigsacalm (1515 m).
Llegamos a la cima a las 15:00, nos hacemos la foto de rigor, descansamos un poco disfrutando a la vez de las vistas, observamos los Belenes que tienen montados alrededor de la cima y no hay tiempo para mucho más, es bastante tarde y se nos va a hacer de noche de bajada.
La verdad es que el regreso se nos hace duro y largo, llegamos hasta los pies del Puig de Llops sin problemas, no hay lugar a pérdidas, pero la bajada desde éste último pico hasta el Coll de Santa Magdalena sí que induce a errores, y nosotros caemos en ellos una y otra vez, las marcas no son muy visibles y las muchas hojas nos hacen creer que hemos subido por aquí o por allá, la pendiente es fuerte de bajada, las hojas y el barro bajo ellas hacen que haya que extremar la precaución para no resbalar y caer hacia abajo, pero aún así, algún que otro culetazo surge.
No dejamos de mirar el reloj, y seguimos perdidos, miramos el GPS e indicaba que teníamos que ir más hacia la derecha, así que campo a través vamos poco a poco girando, no queremos volver a subir por donde hemos bajado (hubiese sido lo mejor para volver a encontrar el camino pero las piernas y las fuerzas andan justas), sorteamos árboles, ramas, raices, ... y llegamos a puntos donde ya no es posible avanzar, son los riachuelos secos que habíamos hecho antes, pero la fuerte erosión hace que en este punto sean barreras infranqueables así que seguimos bajando para poder encontrar un paso alternativo.
Finalmente, unas decenas de metros por debajo de nosotros vemos un camino perfectamente definido, pero nos es imposible llegar hasta él, la pendiente es cada vez más fuerte y hay que seguir flanqueando yendo por encima de dicho camino pero en paralelos al mismo. Vamos encontrando algún que otro paso lógido por los torrentes secos y por la piedra erosionada y lisa que los forman, extremamos mucho el cuidado a una posible caída y nos vamos ayudando los unos a los otros, sobre todo cuando encontramos algún hilito de agua, ya que pisar esta resbala bastante y podemos acabar decenas de metros más abajo, sobre el camino que antes comentaba, pero con un buen golpe ...
Tras un buen rato, y habiendo cruzado un par de torrentes peligrosos, conseguimos llegar al punto donde habíamos comido cuando subíamos, por fin estamos en el buen camino. Decidimos bajar por el camino que va por Nostra Senyora de Les Olletes, hay un indicador que nos dice que hay unos 30 minutos desde donde nos encontramos, nos olvidamos de bajar por la Canal dels Ganxos debido a que estaba claro que se nos haría de noche bajando y no queríamos que nos cogiera la oscuridad en dicha Canal. El camino por Les Olletes está bastante más claro y no creemos que haya problema en que nos coja la noche por el mismo.
Esperanza y yo intentamos tirar del grupo con fuerza, para que la noche nos coja lo más cercano al pueblo de Joanetes posible, pero las fuerzas van justas y no todo el mundo puede tirar a tope. En Les Olletes nos volvemos a reagrupar todo el mundo y continuamos nuestro camino hacia nuestro ansiado coche.
Llegamos a un punto en el que la senda que llevamos se convierte en un camino algo más amplio, hasta el momento no hemos tenido ningún problema, vamos siguiendo alguna que otra marca, algún que otro indicador y alguna que otra estaca de madera con indicador verde.
El camino rodea todo el macizo por su parte trasera, es decir, por la parte contraria a la que hemos subido por la Canal Nova, el final de dicho rodeo viene marcado por una gran casa medio derruida.
Los zig-zags se hacen inmensos e interminables, es desesperante hacer estos zig-zags tan amplios, pero no hay posibilidad de coger ningún atajo para evitarlos. El grupo comienza a disgregarse, quizás las prisas, quizás la desesperación, quizás el no querer que nos cogiera la noche ... y esto fue otro error, otro de tantos que cometimos ese día ... ya que los que íbamos delante, obligábamos a los de detrás a seguir por donde nosotros marcáramos que había que andar, no hay marcas o no logramos verlas nosotros que indicaran hacia el pueblo de Joanetes, el GPS estaba fuera de rango, pero se veía un pueblo abajo en el Valle, el grupo de cabeza quería pensar que eso era Joanetes y se dirigía a él a toda pastilla pasando algún que otro cruce, pero al no haber indicaciones, obtaron por seguir al pueblo que se veía.
Finalmente, dicho pueblo resultó ser Puigpardines, que distaba de Joanetes 5,5 Km, por supuesto, esto lo dedujimos tras intentar parar algún que otro coche para que nos dijera dónde demonios estaba Joanetes (mencionar que hubo algún intento fallido de intentar parar algún coche para que nos informara de por dónde ir a Joanetes, la verdad es que la amabilidad ya no se estila hoy en día tanto como antaño nos contaban nuestros abuelos, es una pena).
Una vez en asfalto, volvimos a juntar el grupo al completo, eso sí, tras alguna que otra charla de por qué no habíamos esperado al resto del grupo, y la verdad es que tenían razón, es mejor tomar las decisiones entre todos y nunca hay que dejarse llevar por la prisa o desesperación, así que tomamos nota y que dichos errores sirvan para aprender más y adquirir experiencia.
Por supuesto, ni que decir tiene que el peregrinaje desde Puigpardines hasta Joanetes se hizo eterno, en plena noche, por asfalto, con cuidado de señalizar a los coches que nos íbamos cruzando que no nos pasaran por encima y con los pies y piernas destrozados.
Cerca de las 19:00, por fin, llegamos a Joanetes, una buena Coca-Cola fresquita (2 en mi caso de 350 ml) en el bar que habíamos desayunado por la mañana y a los coches para regresar a casa ... eso sí, no volvimos por el Coll de Bracons, no queríamos más hacer más rally, bastantes emociones fuertes habíamos tenido ya a lo largo del día, regresamos por la carretera que va en dirección Olot.
¡OBJETIVO CONSEGUIDO!
by Maligno