Es una excursión muy aconsejable para todo excursionista (sea cual sea su nivel), eso sí, los más experimentados y los que queráis sensaciones más fuertes, ceñiros al itinerario marcado con pintura amarilla, hay alguna que otra grimpada que puede quitar el hipo.
La niebla no dejó de hacer acto de presencia en todo el camino, aún así, nos decidimos a partir, la verdad es que según lo que habíamos leído era una excursión excesivamente fácil, pero de vez en cuando, uno se debe dar un homenaje con este tipo de excursiones.
Salimos dirección al Montseny, para los menos experimentados es mejor tirar por la A-7, nosotros lo hicimos por las carreteras secundarias que encontramos a nuestro paso, eso de los peajes no va con nosotros, como diría nuestra compañera Anabel, el color del Otoño nos acompañaba, y las hojas cubrían gran parte de los laterales de la carretera. Cogeremos la carretera que va hacia Santa Fe, una vez pasado dicho pueblo, y 1.5 Km antes de llegar a Sant Marçal, encontraremos un párking en toda regla, también llamado Coll de Sesferreres (RUTA --> Llegada: San Marçal).
Justo al cruzar la carretera, encontraremos las marcas que habrá que ir siguiendo, son de color lila, no deberemos perderlas de vista, a pesar de que es un itinerario fácil, si las perdiéramos de vista, podríamos acabar donde no es, ojo si hay mal tiempo. Nosotros tuvimos suerte, y a pesar de que hubo alguna duda respecto al camino, fuimos bien encaminados; debido a la facilidad del recorrido, intentamos endurecer un poco el camino, acelerando un poco la marcha por las pendientes que íbamos encontrando a nuestro paso, de ahí que fuéramos interceptando excursionistas que habían salido antes que nosotros, aunque después, nos devolvieron la moneda y también nos adelantaron ellos ¡me cachis!
Al principio, el camino es un poco monótono, todo muy igual, pero luego, comenzamos a adivinar, entre la niebla que nos sigue acompañando, las crestas a las que pronto nos enfrentaremos. Empezamos a subir y bajar montículos siguiendo las indicaciones de las marcas que vamos encontrando.
Llegamos a un punto donde se indica en la roca y con color lila, hacia donde tenemos que ir para llegar al Coll de les Agudes, la niebla nos mojaba y nos refrescaba generosamente. Tras este punto, unos cinco minutos después, encontramos un hito, este hito marcará el inicio de itinerario amarillo, y por tanto, las grimpadas. Comenzamos a grimpar por la piedra mojada, importante asegurar las manos si las piedras están mojadas, son muy resbaladizas. Seguimos cresteando y grimpando pendiente tras pendiente. Por fin parece que divisamos, entre la insistente niebla, la cima de Les Agudes (1703 metros).
Llegamos tras una hora y cincuenta minutos a la cruz de la cima, tras hacer las correspondientes fotos, recuperar fuerzas e inscribir nuestros nombres como conquistadores de la cima, comenzamos el descenso, este fue bastante rápido, corriendo incluso bastante tramo del mismo. En total tres horas y diez minutos, no está nada mal. Por supuesto, y tras el esfuerzo realizado, algún que otro componente, se durmió en el camino de vuelta, ¡madre mía!, a ver si te dedicas más a dormir en casa.
Es una excursión bastante corta, la dificultad puede aumentar si en vez del itinerario marcado con pintura lila cogemos el que está marcado con pintura amarilla, si además, la sumamos mal tiempo o niebla, la cosa aumenta considerablemente (Media - Baja).
by Maligno